Las nuevas condiciones de vida generadas por la vejez suponen más de un problema para algunos adultos mayores.La cultura general lejos de valorar esta nueva etapa, genera barreras que impiden vivirla con inteligencia emocional y armonía.
Las arrugas surcan la piel, nuestro cuerpo cambia su contextura y el cabello se vuelve cano, como si inaugurase la última fase de la vida. Los cambios impulsados por la vejez trascienden la estética e implican aspectos emocionales y psicológicos que muchas veces pasan desapercibidos. Muchas personas mayores desarrollan cuadros depresivos, cuadros ansiosos, estrés y somatizaciones. La enfermedad más común de este tipo es la depresión.